A sólo cinco kilómetros al oeste de Esparta, el pequeño y pintoresco pueblo de Mistrá, famoso por su gran ciudad-castillo, da la bienvenida a los visitantes que tienen curiosidad por explorar un lugar de la historia de Grecia.

Mistrá es una valiosa fuente de conocimiento de la historia, el arte y la cultura de los últimos dos siglos de Bizancio. Construida en una alta montaña fue la gran capital del Señorío de Morea. Una colina con un valor estratégico atrajo la atención de los francos. En 1249 Guillermo de Villehardouin construyó en la cima el castillo que se conserva hasta nuestros días.

Los bizantinos

En 1262 el fuerte  se entregó a los bizantinos y muy pronto se convirtió en lugar de inmigración para los espartanos. Los nuevos pobladores amurallaron su ciudad, la llamada ciudad alta que se extendía en la vertiente norte de la colina, fuera del castillo. Las murallas bizantinas tenían dos entradas; la Puerta de Nafplio al noreste y la Puerta de Monemvasía al este. Una calle central unía  las dos puertas y pasaba por una explanada al norte que constituía la plaza de la colonia, “el foro bizantino”.

La construcción de la ciudad se terminó en el siglo XIV durante el cual se construyeron nuevos edificios sobre las faldas de la colina que formaba la ciudad media. Este nuevo sector fue cercado con una tercera muralla. En 1348 Mistrá se convirtió  en la sede de los Déspota ( los hijos o los hermanos del emperador) y alcanzó especial influencia hasta el año 1460 cuando cayó en manos de los turcos. En 1687 fue conquistada por los venecianos y alcanzó un nuevo periodo de esplendor , pero en 1715 pasó nuevamente a manos de los turcos y entró en decadencia. En 1770 fue destruida por un incendio.

Durante su época de mayor esplendor, la capital del Señorío de Morea fue un vigoroso centro administrativo, comercial, espiritual y artístico de Bizancio y mantenía relaciones directa con Constantinopla. En el siglo XV vivió en la región el filósofo Pletón Yemisto, y durante los siglos XIV y XV la ciudad atrajo a una multitud de hombres de espíritu, enriqueciéndose con importantes monumentos. La mayoría de ellos se ha salvado y conservado hasta nuestros días ofreciendo a los visitantes la atmosfera de una ciudad bizantina.

 

Iglesias y castillos

En la plaza de la ciudad alta dominan los impresionantes palacios de Mistrá que fueron construido en tres etapas distintas. El
palacio más antiguo se encuentra en el este y fue construido por los francos o primeros administradores griegos. Poco después de 1348, cuando Mistrá se convirtió en la sede de los Cantacucennos, se construyó más al sur, un edificio de dos pisos con seis habitaciones en cada planta y de grandes balcones. El más reciente de los castillos fue construido en 1400.

En Mistrá son de especial interés las iglesias bizantinas, la mayoría  de las cuales actualmente han sido restauradas. La Metrópolis (Catedral) consagrada a San Demetrio, su construcción data desde 1263 y con varias remodelaciones a través del tiempo. El templo es una basílica de tres naves, con un diseño de un templo en forma de cruz. En su interior alberga importantes frescos que relatan a través del arte todas sus etapas.

Mistrá al convertirse en la principal tierra del mundo bizantino, tienen a sus alrededores varías construcciones dedicadas a diferentes santos, siendo quizás el más importante el Templo de Santa Sofía.

Patrimonio Mundial

La vista que ofrece Mistrá desde sus altos castillos es impresionante, el lugar está envuelto por una tupida forestación de grandes Pinos y árboles, se puede apreciar la múltiple fauna que a los visitantes los recrea con colores naturales según la estación en que se visita. Un recorrido por el interior de la ciudadela puede durar más de dos horas, subiendo escalinatas y caminos empinados, se pueden apreciar rincones de construcciones de casas, terrazas, templos y castillos, experiencia que nos traslada con creces al gran imperio bizantino.

Desde 1989, con una decisión del comité pertinente de la UNESCO, Mistrá figura como un bien cultural en la Lista del Patrimonio Mundial.

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