Una ciudad esculpida en la roca como una escultura, un viaje en el tiempo a un asentamiento medieval, calles abovedadas, iglesias, mansiones, castillos, caminos adoquinados, lugar de caballeros, piratas, cruzados, emperadores  y playas de ensueño.

Monemvasía se encuentra a los pies de un islote rocoso que se une a tierra firme mediante un Istmo. Se trata de un impresionante emplazamiento y  fortaleza natural que en él siglos VII d. C., fue elegida como la residencia de los espartanos tras las constantes incursiones de los árabes y eslavos a la zona.

La nueva ciudad se desarrolló como fuerza naval y centro bizantino de comercio y durante muchos siglos conservó el privilegio de autonomía administra.  En 1249 fue ocupada por Guillermo II Villehardouin después de un sitio que duró tres años, debido a la vigorosa resistencia de sus habitantes, pero en 1263 fue recuperada por el imperio bizantino.

Cuando en 1460 los turcos se apoderaron de todo el Peloponeso, Monemvasía logró evitar la ocupación turca durante cuatro años al estar bajo la protección del Papa Pío II. En 1464 los venecianos lograron su dominio. Más tarde cayó en manos de turcos (1549-1823).

Es necesario llegar hasta el extremo sureste de la roca para observar en su plenitud la ciudad, rodeada por una muralla rectangular muy probablemente construida en el siglo VI d. C. , modificada por bizantinos y turcos.

Templos bizantinos

En el lugar conviven dos pequeñas ciudades, ciudad alta y ciudad baja, en sus construcciones se puede notar la influencia del bizantinismo y también la influencia veneciana. Las casas construidas de piedras dejan ver un arte de construcción de civilizaciones urbanas muy bien ensambladas. Desde el siglo VI d. C. Comienzan aparecer las construcciones de los primeros templos bizantinos de la época, sobresaliendo el Templo de Cristo Elkómenos. Era una basílica con techo de madera, que más tarde fue reconstruidos por los venecianos dándole forma de un Templo con cúpula.

Turismo experiencial

Recorrer las calles de Monemvasía , es caminar por un laberinto de callejones llenos de sorpresas, un lugar de encanto que nos traslada a un tiempo medieval que no parece ser parte del pasado, más bien nos hace sentir como parte de su entorno. Un turismo experiencial se puede vivir en plenitud. La mayoría de los hoteles han acondicionado construcciones medievales en modernos espacios de alojamientos, transformando una estancia en una experiencia única.

Restaurantes, bar y tabernas típicas griegas, mantienen intactas sus dependencias en verdaderos lugares medievales, la visita se puede combinar con un recorrido gastronómico típico de la zona. Diferentes estilos, sin perder de vista la arquitectura general del lugar, hacen de Monemvasía  un destino ideal para viajes de placer y porque no, para una inolvidable luna de miel.

El color del mar y del cielo embellecen el verde de los parajes que rodean la zona. Excursiones y paseos por las estrechas callejuelas de la ciudad baja, permiten ir descubriendo testimonios bizantinos y venecianos; su arquitectura, su arte, su cultura y su entorno medieval, nos hablan de la civilización de los lacedemonios, que en su tiempo usaron el lugar como una gran fortaleza.

Tour

Monemvasía  es un sitio ideal para combinarlo con un tour a la ciudad de Esparta, ya que sólo se encuentran a una hora y media de distancia en coche. Un sitio perteneciente al gran Peloponeso en el sur de Grecia, que ofrece a sus visitantes otros s sitios importantes para conocer.