He tenido la oportunidad de visitar el yacimiento arqueológico de Micenas. Mis pasos me han llevado a recorrer pequeñas callejuelas y senderos de la que fuera una de las más importante ciudades de la antigua Grecia. He percibido la “energía” de estar en un lugar de más de 2.600 años de antigüedad.
El nombre de Micenas está vinculado con el ciclo mitológico más importante de los griegos, según lo podemos ver a través de la lectura de las epopeyas de Homero y otros creadores trágicos de la época. De acuerdo con la tradición, la ciudad fue fundada por Perseo, en honor a Zeus y Dánae, cuyos descendientes dominaron por muchos años la región. Después de varias dinastías aparece el nombre de Agamenón hijo de Atreo y jefe de los griegos en la Guerra de Troya.
La fortaleza que aún tenemos el privilegio de visitar fue descubierta en 1841 y muchos de sus tesoros descubiertos se lo debemos a H. Schliemann 1876, Tsoúnda 1880, A. Wace 1975, I. Padimitriou y GMilonas 1952 – 1955.
El yacimiento arqueológico de Micenas se encuentra a 278 metros sobre el nivel de mar en la región del Peloponeso al sur de Grecia. Su civilización parte en el periodo Neolítico, alcanzando su mayor esplendor durante el periodo heládico temprano, 1600 – 1100 a. C. Llamado también periodo micénico.
Visitar Micenas, es visitar la capital de la que fuera la civilización micénica, podemos ver en la actualidad parte de su gran acrópolis que era protegida por altas murallas construidas de piedra al estilo monolito, y que se pueden observar en la zona de la puerta de los leones.
El sitio arqueológico ofrece al visitante un recorrido esplendoroso, al poder palpar sus murallas y caminar sobre estrechos senderos rodeados de murallas de piedras, las mismas que fueron testigos de grandes acontecimientos históricos de la ciudad de Micenas. Recorrer las callejuelas que en su tiempo recorrieron los soldados que se alistaban para grandes hitos guerreros, y a la vez estar en lugares donde el Rey Agamenón preparaba la estrategia para la Guerra Troya no deja a nadie indiferente.
La Puerta de los Leones
La majestuosa Puerta de los Leones se encuentra al noroeste del sitio arqueológico, y se conserva en su forma original, a excepción de los monolitos superiores de la derecha. Sobre la puerta se incorporó, como en las tumbas o tholos, un triángulo de descarga que se cerró con una piedra calcárea. En esta se labraron en relieve dos leonés, enfrentados ambos a dos altares bicóncavos y una columna minoica. El magnífico relieve de los leones ha despertado la admiración de miles de visitantes y ha generado una gran variedad de interpretaciones.
El granero
Se encontraba a la derecha del patio principal, y en las excavaciones arqueológicas realizadas en su interior se encontraron ánforas con semillas calcinadas y vasijas del siglo XII a. C.
El círculo A de tumbas
En la ladera sur del yacimiento arqueológico de Micenas , H. Schliemann descubrió tumbas en el que junto a 14 esqueletos, se encontraron objetos de oro con un peso total de 14 kilos. Muchos de los objetos encontrados están en el Museo Nacional de Arqueología en Atenas.
Centro Religioso
Al sureste aparecen una serie de casas y santuarios dedicados a las deidades de Micenas. La casa de los ídolos, donde fueron descubiertos una serie de ídolos de barro de grandes dimensiones usados en las procesiones religiosas de la época.
La gran rampa
Una construcción de piedra que conducía al palacio, desembarcaba en un propileo con dos columnas de tipo minoico. Allí podemos ver en parte la característica de todos los palacios micénicos: una galería, una antecámara y un vestíbulo y cámara.
El palacio
En el centro de la cámara se conservaron partes de un hogar circular, enmarcado por cuatro columnas. El trono del rey debía encontrarse hacia la mitad del muro sur.
Talleres y bodegas
En el costado noroeste de la acrópolis se pueden observar indicios de lo que fuera el lugar destinado a una serie de edificios con funciones industriales y comerciales, también se encontraban en el lugar talleres y bodegas.
Cisterna subterránea
En el extremo norte se encontraba una cisterna subterránea, una de las obras más importante de la arquitectura micénica. Era una cisterna secreta que aseguraba el abastecimiento de agua para el palacio en caso de ser sitiado.
El círculo B de tumbas
Data de los siglos XVII y XVI a. C. Contiene 24 tumbas en fosas con ricos ajuares funerarios. También un poco más al sur se encontraron tumbas del periodo geométrico, y parte de un teatro griego, siglo III a. C.
Quizás una de las cosas singulares que identifica a Mecenas dentro de los estudios arqueológicos mundiales son sus tumbas. En los alrededores de Micenas se encontraron muchas cámaras mortuorias, destacan 9 tumbas o tholos especialmente lujosas, que son ejemplos excelentes de la arquitectura funeraria micénica. Se dividen en tres categorías según su cronología, y con nombres convencionales tales como: tumbas de los leones, tumbas de Egisto, tumba de de Clitemnestra, de los Cíclopes, del horno superior, del horno inferior, de Orestes o de los demonios y tesoros de Atreo.
El tesoro de Atreo
Es el monumento funerario prehistórico mejor conservado de Europa y el más evolucionado de todos los conocidos en tumbas o tholos. A la cámara de la tumba conduce un pasillo cuyos lados están reforzados con piedras bien trabajadas. La fachada es impresionante, decorada con medias columnas y motivos lineales. El arquitrabe está formado por enormes monolitos y sobre ellos se abre un triángulo de descarga de función estática. En el interior, la forma de la cámara es alveolada y está firmada por 33 hileras anulares que van disminuyendo hacia arriba hasta que llegan al último monolito. El interior de la cámara o tholos debió estar decorado. Una puerta con triángulo de descarga conduce a una segunda cámara que es en realidad un tipo de cueva, que según ciertas opiniones de investigadores, se trataba de la tumba del cabeza de familia. Esta cámara aledaña constituye un caso raro en la arquitectura funeraria. La tumba de Atreo que data del 1250 a. C., tomo este nombre debido a la hipótesis que dice que en ella está sepultado el mismo Atreo.
Desde la cima de la acrópolis se puede observar parte del valle que rodeaba a la fortaleza, la misma tierra que llenó los graneros de la civilización micénica es hoy parte de la agricultura griega rica en Olivares y naranjos entre otros
Al visitar Grecia no puede falta el tour al yacimiento arqueológico de Micenas lugar que se encuentra a 2 hora de Atenas y que se puede visitar durante el día.