El sitio arqueológico del Liceo de Aristóteles es uno de los descubrimientos arqueológicos más famosos de los últimos 20 años en Atenas, La Palestra de la Escuela Superior del Liceo Aristotélico, ha permitido que los atenienses modernos se encuentren con su historia. Un sitio extremadamente importante desde un punto de vista arqueológico. Es una visita obligada para quienes desean recorrer los jardines donde Aristóteles enseñaba a sus discípulos; hoy un jardín rodeado de romeros, lavanda, orégano, tomillo, olivos y granados.

El sitio arqueológico del liceo de Aristóteles nos permite ver parte de los edificios que en el año 335 a. C. Aristóteles, había  alquilado para establecer allí su liceo. El lugar en la antigüedad era una zona verde con mucha vegetación adornado por la rivera del río Eridanus, un sitio fuera de los muros de la ciudad de Atenas, pero cercano a la puerta DIocharous, cerca a unos de los templos de Apolo y Hércules.

La organización  de las escuelas y liceos filosóficos se había convertido en algo común después de la formación de la academia de Platón, con clases por la mañana para los estudiantes jóvenes avanzados, y principiantes y público en general por la tarde. La enseñanza de la mañana era puramente de carácter filosófico, mientras que por la tarde era de retórica y conocimiento general. A la vez existía un programa de enseñanza para que algunos jóvenes atenienses practicaran sus deberes militares. El liceo de Aristóteles fue una de las tres escuelas secundarias más antiguas de la ciudad, junto con la de la Academia de Platón y el Cynosargos, un gimnasio en un suburbio del sur de la Atenas antigua. Las tres escuelas estaban destinadas al ejercicio físico y la elevación espiritual de los jóvenes y los hombres de la ciudad.

Al visitar el sitio arqueológico del liceo de Aristóteles, te da la bienvenida una hermosa vista panorámica de todo el lugar. Te encuentras en un sitio con más de 2.350 años de historia. Caminando por el área restaurada, se puede ir apreciando cada uno de los restos de los edificio del liceo, siguiendo seguro, algunas sendas antiguas por donde transitará también el filósofo Aristóteles, el mismo que fuera el mentor de Alejandro Magno.

A la sombra de una gran arbolada, y un aire aromatizado por la naturaleza reinante en el sitio, y a pesar de encontrarse en el centro de la Atenas moderna, el lugar entrega una atmósfera apacible y místico. Ya más avanzado en el recorrido del el lugar, se pueden ver con más detalle parte de las salas, baños y saunas, estos últimos edificados por los romanos, ya que en los tiempos griegos no se acostumbraba a bañarse con agua caliente.

Caminando por uno de los lugares más importantes del espíritu humanos, el lugar donde Aristóteles se distinguió por el pensamiento realista, el estudio del conocimiento del bien y del mal y la creación de un “sistema universal”, todo eso, y mucho más  lo enseñaba en su liceo, conocimientos que traspasaron siglos, fronteras y culturas, una forma de percibir el universo y saberlo mostrar al mundo. Todo eso enseñado aquí hasta el año 323 a. C.

El sitio arqueológico incluye la palestra, el lugar para la formación de atletas, luchadores, boxeo y pancracio, una combinación de lucha y boxeo. Involucrado con la institución de la gimnasia como sistema de educación y con el concepto de formar buenos atletas, en todo sentido de la palabra, jugó un papel decisivo en la educación y  formación  física y mental de los jóvenes atenienses y venidos de otras partes de Grecia.

Muy cerca de ahí se pueden observar algunas estructuras de un patio con arcadas, detrás de la cual se desarrollaron salas simétricamente rectangulares. Estos edificios públicos fueron construidos, mantenidos y renovados a expensas de la ciudad y las donaciones particulares. El estado, asignó a la escuela secundaria un lugar importante, influyendo de tal manera a sus ciudadanos que gradualmente, la escuela secundaria se convirtió en un gran centro educacional y espiritual.

Las primeras escuelas secundarias de la antigua Atenas se fundaron en la época arcaica, alejadas de los santuarios y templos, pero cerca de una naturaleza frondosa y ríos necesarios para su adecuado suministro de agua.  Inicialmente, eran espacios abiertos con instalaciones deportivas elementales donde los jóvenes pasaban la mayor parte del tiempo. Después en el periodo  clásicos en los siglos V y IV a. C.  Adquirieron una forma arquitectónica diferente.

En el siglo IV a. C. se fundaron en las escuelas secundarias  las primeras escuelas filosóficas, en esencia las primeras universidades: La Academia, el nombre proviene del héroe Akadimos, Platon fundo una de las primeras academias, donde una de los requisitos de admisión para aprender filosofía, era saber de matemáticas . En el Liceo de Aristóteles, se leyeron obras de Protágoras “Sobre los dioses”, mientras que, como se menciona en los diálogos de Platón, también se enseñaba el pensamiento Socrático.

Un recorrido por el área donde enseñó el famoso filósofo Aristóteles, nos trasladará a un momento histórico, un espacio en el tiempo de la historia, en un entorno donde fluyó el conocimiento, la letra y el saber, el lugar donde nacieron las bases del pensamiento occidental.

En resumen, el Liceo de Aristóteles a través de sus pensamientos representan la enciclopedia del saber del siglo IV a. C, pero también un tesoro del conocimiento para los siglos venideros.

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