Akrotiri es un pueblo de la isla de Santorini de 450 habitantes aproximadamente. Se encuentra en el extremo suroeste de la isla, a 15 km de Fira (capital). Administrativamente, pertenece al departamento local de Akrotiri del municipio de Thira. Durante la época medieval (conquista veneciana) era uno de los tesoros de la isla. Hoy en día, en la cima de la colina sobre la que está construido el pueblo moderno, todavía está la Torre Veneciana.

Akrotiri se hizo conocida en todo el mundo gracias al asentamiento prehistórico del mismo nombre, descubierto en las excavaciones, que Spyros Marinatos comenzó en la región en el año 1967.

Datos acerca de la casas de Thera en tiempos prehistóricos comenzaron a salir a la luz a partir de la segunda mitad del siglo XIX, cuando debido al uso de piedra pómez para las paredes del canal de Suez por el ingeniero francés Ferdinand de Lesseps en 1866 revelaron las primeras antigüedades prehistóricas del lugar.

Akrotiri yacimiento arqueológico de Santorini

A partir de los hallazgos de las excavaciones ahora se sabe que el área de Akrotiri fue habitada por primera vez durante el período Neolítico Tardío (alrededor de 4500 a.C.) y en el siglo XVIII a. C. ya se había convertido en una ciudad. A principios del siglo XVII a. C., se tienen información de los primeros sismos en el lugar. La ciudad floreció durante el período de las Cícladas, hasta la llamada “erupción minoica”.

La ubicación era ideal para un anclaje seguro ya que estaba protegida de los vientos del norte, mientras que la morfología del suelo favorecía el desarrollo de actividades agrícolas. Se cree que fue la capital de la isla, pero esto aún no se ha confirmado. La extensión de las excavaciones es cerca de 14 acres y un pequeño porcentaje de la ciudad prehistórica ha sido descubierta.

Los edificios eran altos con ricos frescos, casas de dos pisos, almacenes organizados, espacios artesanales, excelente planificación urbana con calles, plazas y alcantarillas, que pasaban bajo los adoquines y conectados directamente a las casas.

Los materiales de construcción fueron piedras de diversos tamaños y formas, principalmente volcánicas, arcilla para el mortero de unión, ladrillos no quemados reforzados con paja, yeso y la mejor madera. La gran cantidad de frescos, con los que se decoraban muchas de las habitaciones de los edificios, generalmente en los pisos superiores, implica una sociedad burguesa sofisticada, vestida de lujo y elegancia e impresionante uso del color.

La arquitectura del asentamiento

Los edificios tenían dos o tres pisos y varias habitaciones. Los más ricos estaban hechas de piedras talladas. Los edificios restantes estaban hechas de piedras irregulares en las paredes exteriores y ladrillos de barro reforzado con paja, madera y yeso para paredes interiores suelos más ligeros. Los cimientos generalmente eran superficiales y a menudo artificiales. Los pisos de las habitaciones de la planta baja estaban hechas de tierra o material mezclado con conchas rotas guijarros púrpura y negro, mientras que las de los pisos altos eran de madera y cañas. Con palos y varillas construían el techo, en la que también colocaban, tierra compactada, que actúan como aislante y aseguraban un ambiente frescor en verano y caliente en invierno.

En el diseño de las casa sobre sale el detalle de los marcos de puertas y ventanas hechos de una excelente madera, que gracia a su flexibilidad transformaban las construcciones en antisísmicas, procurando a la vez diseño y seguridad.Las habitaciones de la planta baja utilizaban el lugar como almacenes, talleres o fábricas, mientras que los pisos superiores eran los lugares de residencia de las personas. En las casas más ricas, a menudo, las paredes de los pisos superiores estaban decoradas con frescos. Las calles de la ciudad estaban pavimentadas. El drenaje de los edificios se hicieron con tubos de arcilla que estaban dentro de las paredes de los edificios y que formaban parte de alcantarillas construidas por debajo de las calles de adoquines.

Los frescos

El gran número de frescos encontrados durante las excavaciones son una valiosa fuente de información sobre la vida cotidiana en Akrotiri, la religión y la naturaleza de la isla. Han sido elaborados básicamente con la técnica de la fuente (buon fresco), es decir, la ejecución del trabajo se realizó sobre el yeso fresco. Esto dio como resultado que sus colores permanezcan indelebles. A menudo, sin embargo, el mortero se secó antes de que el trabajo del artista, continuando este en una pared seca. En estos puntos, la protección de los frescos ahora se realiza por medios químicos.

Había dos tipos de colores: mineral como era de color rojo oscuro, que es un material de alto contenido de hierro y artificial como el azul, que era de sílice con óxidos de cobre y de calcio. Sin embargo los científicos a través de un espectroscópico descubrieron que el color púrpura en los detalles de la composición mural era derivados de un tratamiento de mar-shell púrpura, lo que demuestra que el nivel de conocimientos y la cultura de la isla era particularmente alta.

Los temas de los frescos era muy original e inspirado la mayor parte del mundo vegetal y animal, aunque no faltan  escenas narrativas con personas, seres mitológicos y deidades.

Significativo fue la llamados frescos en miniatura, que eran pinturas como largos (frisos) formaban un pequeño cuadro, que estaba situado en lo alto de una pared

Casi todos los edificios excavados mostraron la existencia de los frescos más antiguos que los que adornan las paredes cuando se hizo erupción volcánica catastrófica. Esto muestra que los frescos fueron una forma establecida de decorar el interior, probablemente desde el comienzo del siglo XVII a. C.

Fenómenos precursores a la destrucción de la ciudad

El hecho de que en el pueblo no se encontraran esqueletos humanos revela que una serie de terremotos sirvieron de advertencia y obligó a los habitantes a salir a tiempo del lugar. Esto queda demostrado por el hecho de que el camino de apertura de las obras nunca fueron terminado, además un gran número de cerámica encontrada en pilas de escombros, donde, al parecer, fueron colocados originalmente para ser transportados a lugares más seguros. Todo esto prueba la situación de emergencia que prevalecía en esos días en la ciudad. Todo arreglado con la esperanza que algún día volverían a sus casas a recoger la cerámica, tejidos y diferentes utensilios acumularon que fueron encontrados por los arqueólogos debajo de las puertas o nichos de las habitaciones.

No hay evidencia del porque del abandono de las personas de la ciudad. El tiempo, sin embargo, entre el terremoto y la erupción volcánica no debe exceder de unas decenas de días.

Después de la erupción volcánica y la deposición de material volcánico que llevó a la sepultura del pueblo, seguido por las lluvias torrenciales que provocó la erosión de la piedra pómez y ceniza llevó tanto a la preservación del lugar y sus contenidos.